
Tras siniestro en residencia
Fátima Delgado/Dos familias recibieron la atención oportuna de la Alcaldía de Carirubana al proveerles objetos y alimentación asistida, por instrucciones del alcalde Alcides Goitía, mientras se recuperan del trance originado por el incendio de las piezas en las que vivían en el sector La Salineta.
Sara Quintero, de 30 años de edad, y su pareja Guillermo Bossas, de 20, con sus dos pequeñas de 7 añitos y 7 meses de nacido conforman una de las familias afectadas. Comentan que el siniestro en la residencia Lascarro ocurrió el miércoles 25, a las tres de la tarde, cuando la mujer preparaba el tetero de su bebé y la hornilla de la cocina en vez de extinguirse se alzó en una llamarada que arropó la habitación e incluso abarcó la de sus vecinos de habitación, los esposos Carmen Cecilia Ojeda, de 25, y Elibes Ocando, de 27.
Al tener conocimiento de lo ocurrido, la Dirección de Desarrollo Social, a través de la Oficina de Atención al Ciudadano, verificó la situación y de inmediato socorrió a los afectados con cama, corral, licuadora, ventilador, pañales y alimentación, ésta última se mantendrá con suministro de tres meses mientras las dos familias logran restablecerse del suceso.
Irma de Pachano y Carmen Rodríguez de Lugo señalaron que este acompañamiento social que brinda la Alcaldía se hace posible gracias a la debida información proporcionada por el consejo comunal de La Salineta y del Centro Cristiano Enmanuel.
Sara Quintero agradeció la atención gubernamental, ya que “sino fuera por ello no tendría nada con que empezar otra vez”. Por los momentos estarán apretaditos en la casa de su mamá hasta conseguir un sitio donde puedan vivir todos juntos.
Carmen Ojeda, visiblemente consternada por lo ocurrido, dijo que para ella fue un gran impacto, ya que no había nadie en la casa y cuando llegó todo estaba deshecho. Su situación económica es preocupante porque su esposo (chofer) está desempleado y a ella le anunciaron que la camaronera donde labora, cerrará dentro de dos meses, además tiene dos niñas que mantener.
Dado que las maltrechas habitaciones donde residían las dos familias presentan daños que imposibilitan la permanencia de personas, adultos y niños están temporalmente en casa de unos familiares.
Fátima Delgado/Dos familias recibieron la atención oportuna de la Alcaldía de Carirubana al proveerles objetos y alimentación asistida, por instrucciones del alcalde Alcides Goitía, mientras se recuperan del trance originado por el incendio de las piezas en las que vivían en el sector La Salineta.
Sara Quintero, de 30 años de edad, y su pareja Guillermo Bossas, de 20, con sus dos pequeñas de 7 añitos y 7 meses de nacido conforman una de las familias afectadas. Comentan que el siniestro en la residencia Lascarro ocurrió el miércoles 25, a las tres de la tarde, cuando la mujer preparaba el tetero de su bebé y la hornilla de la cocina en vez de extinguirse se alzó en una llamarada que arropó la habitación e incluso abarcó la de sus vecinos de habitación, los esposos Carmen Cecilia Ojeda, de 25, y Elibes Ocando, de 27.
Al tener conocimiento de lo ocurrido, la Dirección de Desarrollo Social, a través de la Oficina de Atención al Ciudadano, verificó la situación y de inmediato socorrió a los afectados con cama, corral, licuadora, ventilador, pañales y alimentación, ésta última se mantendrá con suministro de tres meses mientras las dos familias logran restablecerse del suceso.
Irma de Pachano y Carmen Rodríguez de Lugo señalaron que este acompañamiento social que brinda la Alcaldía se hace posible gracias a la debida información proporcionada por el consejo comunal de La Salineta y del Centro Cristiano Enmanuel.
Sara Quintero agradeció la atención gubernamental, ya que “sino fuera por ello no tendría nada con que empezar otra vez”. Por los momentos estarán apretaditos en la casa de su mamá hasta conseguir un sitio donde puedan vivir todos juntos.
Carmen Ojeda, visiblemente consternada por lo ocurrido, dijo que para ella fue un gran impacto, ya que no había nadie en la casa y cuando llegó todo estaba deshecho. Su situación económica es preocupante porque su esposo (chofer) está desempleado y a ella le anunciaron que la camaronera donde labora, cerrará dentro de dos meses, además tiene dos niñas que mantener.
Dado que las maltrechas habitaciones donde residían las dos familias presentan daños que imposibilitan la permanencia de personas, adultos y niños están temporalmente en casa de unos familiares.
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