La Reserva Biológica Montecano es reservorio natural declarado en el año 1995 como Patrimonio Natural del Municipio Falcón y como Patrimonio Natural Intangible. Cubre una superficie de 1.600 hectáreas, está situado a 250 metros sobre el nivel del mar e incluye en su superficie la cueva de Piedra Honda y el Guano, de gran interés para los espeleólogos y sirve de hogar a más de diez mil murciélagos tropicales.
Hoy, después de casi tres lustros, Montecano cuenta con la escuela de Formación Ambiental y Ecoturística “Esteban Cuauro”, un proyecto financiado por la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del Estado Falcón (Fundacite Falcón), a través de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) para el Instituto Falconiano para la Conservación y Desarrollo Sostenible de las Zonas Áridas y Costeras (Infalcosta), en cooperación con el Cieza-UNEFM y la Red Internacional de Organizaciones No Gubernamentales en la Lucha Contra la Desertificación (RIOD de Venezuela).
La actividad desarrollada en Montecano incluyó el taller “La recreación en los espacios públicos: aulas de la naturaleza”, impartido por la profesora Maritza Pulido de la Fundación Eco-juegos, quien manifestó que esta escuela “es un modelo para la educación ambiental en el país”.
La doctora Miriam Díaz de Arends, investigadora del CIEZA y Presidenta de Infalcosta, durante la inauguración de la Escuela de Formación Ambiental y Ecoturística “Esteban Cuauro”, resaltó que esta escuela ha sido creada como un aula abierta para la educación ambiental y la concienciación sobre los cambios climáticos y sus efectos sobre el proceso de desertificación.
La infraestructura, utiliza para su funcionamiento energía solar, se abastece de la recolección de agua de lluvia y está a la disposición de todos aquellos docentes y estudiantes que así lo requieran para la implementación de la educación ambiental y ecoturística. La sala principal tiene una capacidad para 70 personas.
Invaluable reservorio para la educación ambiental
Su nombre “Montecano”, proviene de una planta que existe en la reserva conocida como "Barba de palo" que sólo se vive en lugares húmedos y se extiende sobre las ramas de los árboles, semejando “canas” de cabello. Esta vegetación capta la humedad de la zona y la mantiene, propiciando un balance hídrico favorable en la región y creando un microclima único en su tipo en el Estado, que sirve de refugio a especies endémicas de flora y fauna.
Para la doctora Díaz, Montecano significa muchas cosas, lo primero y más importante, dentro de estos cambios globales y el paso desenfrenado de la desertificación, “la diversidad biológica de la península de Paraguaná tiene un refugio aquí, hay un equilibrio muy delicado entre la flora y fauna, cuya microtopografía permite la formación de varias especies endémicas (únicas en el planeta), como la lagartija más pequeña del mundo (lepidolefaris puntacanoensis); varios lagartijos como el azul; la araña azul y otros insectos que no conocemos están allí, además de muchas plantas medicinales, las mismas que el hombre paraguanero ha utilizado desde tiempo inmemoriales, no solo como medicina, sino también como alimento”.
Durante un recorrido por las cuatro estaciones, el visitante podrá apreciar especies florales como las orquídeas y bromelias, árboles de olivo, semeruco, curarí o araguaney, jobo, cotoperí, ceiba y vera, así como una inmensa variedad de cactáceas como la pitahaya. En época de invierno, Montecano sirve de refugio para más de 170 especies de pájaros migratorios, además de las 42 especies que habitan permanentemente en la reserva y que incluyen el cardenal rojo, el carpintero, la cota y diversas variedades de turpiales.
El guardián eterno de la reserva
La escuela fue bautizada con el nombre de Esteban Cuaro, en reconocimiento a un hombre que por más de 25 años ha sido el guardián eterno de la Reserva de Montecano.
Cuauro es pilar fundamental para la conservación y preservación de esta importante región junto a Omaro Guiñan, co-fundador de la Reserva, así como toda la comunidad de San José de Cocodite, quienes han demostrado ser ambientalistas innatos al proponer esta importante zona como reserva ecológica mundial. Otros guías, cumplen con su fiel labor dentro de la reserva para acompañar a quienes deseen conocer este exuberante paraíso tropical, ubicado en la península de Paraguaná.
“Me siento muy satisfecho y muy feliz por el homenaje que me realizaron el día de hoy. Quiero darle las gracias a la Dra. Miriam Díaz de Arends, a Fundacite Falcón y a todos los que hicieron posible la realización de este proyecto que lleva mi nombre en reconocimiento por los 25 años de trabajo que he dedicado a esta Reserva Ecológica”, expresó Don Esteban.
Aportes de la comunidad y la academia:
Rosalba Gomez Martínez, Presidenta de Fundacite Falcón:
“Me llena de una enorme satisfacción que Montecano sea lo que es hoy en día y hago un reconocimiento público a la doctora Miriam Díaz de Arends por todo el arduo trabajo que ha hecho para alcanzar este sueño, así como a las comunidades que han dado aportes significativos para la realización de este proyecto que en nuestro haber tiene más de 20 años, cuando me inicié en el estudio florístico de esta región”.
Ángela Martino, Jefa de CIEZA-UNEFM:
“Exhorto a los docentes y estudiantes a integrarse a la Escuela de Formación Ambiental y ecoturística “Esteban Cuaro” a fin de trabajar mancomunadamente y lograr los objetivos planteados para la educación ambiental y la concienciación sobre los cambios climáticos y sus efectos sobre el proceso de desertificación en nuestro estado”.
Omaro Guiñan, representante de las comunidades y co-fundador de la Reserva de Montecano:
“Estoy muy contento ya que esta escuela viene a darle un impulso a la Reserva Ecológica y a la comunidad de San José de Cocodite, además de incentivar nuevos estudios científicos para ampliar el conocimiento de la región”.
Laura Romero Jefe del municipio escolar Falcón:
“Me siento muy complacida con la presencia de la profesora Maritza Pulido, la profesora Miriam Díaz de Arends y Fundacite Falcón. Estamos aquí recibiendo una formación sobre ambiente para ser multiplicadores y poner en marcha la educación ambiental en todas las instituciones públicas y privadas del estado Falcón”.
Herderson Colina Ambientalista:
“Esta escuela viene en un momento clave en el que se está imponiendo el tema del cambio climático, y en donde los estudiantes podrán tener una educación ambiental vivencial, además de experimentar la conservación de la naturaleza por medio del aprender haciendo”.
Diana Gomes / Raúl Pérez Mencías /
Hoy, después de casi tres lustros, Montecano cuenta con la escuela de Formación Ambiental y Ecoturística “Esteban Cuauro”, un proyecto financiado por la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del Estado Falcón (Fundacite Falcón), a través de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) para el Instituto Falconiano para la Conservación y Desarrollo Sostenible de las Zonas Áridas y Costeras (Infalcosta), en cooperación con el Cieza-UNEFM y la Red Internacional de Organizaciones No Gubernamentales en la Lucha Contra la Desertificación (RIOD de Venezuela).
La actividad desarrollada en Montecano incluyó el taller “La recreación en los espacios públicos: aulas de la naturaleza”, impartido por la profesora Maritza Pulido de la Fundación Eco-juegos, quien manifestó que esta escuela “es un modelo para la educación ambiental en el país”.
La doctora Miriam Díaz de Arends, investigadora del CIEZA y Presidenta de Infalcosta, durante la inauguración de la Escuela de Formación Ambiental y Ecoturística “Esteban Cuauro”, resaltó que esta escuela ha sido creada como un aula abierta para la educación ambiental y la concienciación sobre los cambios climáticos y sus efectos sobre el proceso de desertificación.
La infraestructura, utiliza para su funcionamiento energía solar, se abastece de la recolección de agua de lluvia y está a la disposición de todos aquellos docentes y estudiantes que así lo requieran para la implementación de la educación ambiental y ecoturística. La sala principal tiene una capacidad para 70 personas.
Invaluable reservorio para la educación ambiental
Su nombre “Montecano”, proviene de una planta que existe en la reserva conocida como "Barba de palo" que sólo se vive en lugares húmedos y se extiende sobre las ramas de los árboles, semejando “canas” de cabello. Esta vegetación capta la humedad de la zona y la mantiene, propiciando un balance hídrico favorable en la región y creando un microclima único en su tipo en el Estado, que sirve de refugio a especies endémicas de flora y fauna.
Para la doctora Díaz, Montecano significa muchas cosas, lo primero y más importante, dentro de estos cambios globales y el paso desenfrenado de la desertificación, “la diversidad biológica de la península de Paraguaná tiene un refugio aquí, hay un equilibrio muy delicado entre la flora y fauna, cuya microtopografía permite la formación de varias especies endémicas (únicas en el planeta), como la lagartija más pequeña del mundo (lepidolefaris puntacanoensis); varios lagartijos como el azul; la araña azul y otros insectos que no conocemos están allí, además de muchas plantas medicinales, las mismas que el hombre paraguanero ha utilizado desde tiempo inmemoriales, no solo como medicina, sino también como alimento”.
Durante un recorrido por las cuatro estaciones, el visitante podrá apreciar especies florales como las orquídeas y bromelias, árboles de olivo, semeruco, curarí o araguaney, jobo, cotoperí, ceiba y vera, así como una inmensa variedad de cactáceas como la pitahaya. En época de invierno, Montecano sirve de refugio para más de 170 especies de pájaros migratorios, además de las 42 especies que habitan permanentemente en la reserva y que incluyen el cardenal rojo, el carpintero, la cota y diversas variedades de turpiales.
El guardián eterno de la reserva
La escuela fue bautizada con el nombre de Esteban Cuaro, en reconocimiento a un hombre que por más de 25 años ha sido el guardián eterno de la Reserva de Montecano.
Cuauro es pilar fundamental para la conservación y preservación de esta importante región junto a Omaro Guiñan, co-fundador de la Reserva, así como toda la comunidad de San José de Cocodite, quienes han demostrado ser ambientalistas innatos al proponer esta importante zona como reserva ecológica mundial. Otros guías, cumplen con su fiel labor dentro de la reserva para acompañar a quienes deseen conocer este exuberante paraíso tropical, ubicado en la península de Paraguaná.
“Me siento muy satisfecho y muy feliz por el homenaje que me realizaron el día de hoy. Quiero darle las gracias a la Dra. Miriam Díaz de Arends, a Fundacite Falcón y a todos los que hicieron posible la realización de este proyecto que lleva mi nombre en reconocimiento por los 25 años de trabajo que he dedicado a esta Reserva Ecológica”, expresó Don Esteban.
Aportes de la comunidad y la academia:
Rosalba Gomez Martínez, Presidenta de Fundacite Falcón:
“Me llena de una enorme satisfacción que Montecano sea lo que es hoy en día y hago un reconocimiento público a la doctora Miriam Díaz de Arends por todo el arduo trabajo que ha hecho para alcanzar este sueño, así como a las comunidades que han dado aportes significativos para la realización de este proyecto que en nuestro haber tiene más de 20 años, cuando me inicié en el estudio florístico de esta región”.
Ángela Martino, Jefa de CIEZA-UNEFM:
“Exhorto a los docentes y estudiantes a integrarse a la Escuela de Formación Ambiental y ecoturística “Esteban Cuaro” a fin de trabajar mancomunadamente y lograr los objetivos planteados para la educación ambiental y la concienciación sobre los cambios climáticos y sus efectos sobre el proceso de desertificación en nuestro estado”.
Omaro Guiñan, representante de las comunidades y co-fundador de la Reserva de Montecano:
“Estoy muy contento ya que esta escuela viene a darle un impulso a la Reserva Ecológica y a la comunidad de San José de Cocodite, además de incentivar nuevos estudios científicos para ampliar el conocimiento de la región”.
Laura Romero Jefe del municipio escolar Falcón:
“Me siento muy complacida con la presencia de la profesora Maritza Pulido, la profesora Miriam Díaz de Arends y Fundacite Falcón. Estamos aquí recibiendo una formación sobre ambiente para ser multiplicadores y poner en marcha la educación ambiental en todas las instituciones públicas y privadas del estado Falcón”.
Herderson Colina Ambientalista:
“Esta escuela viene en un momento clave en el que se está imponiendo el tema del cambio climático, y en donde los estudiantes podrán tener una educación ambiental vivencial, además de experimentar la conservación de la naturaleza por medio del aprender haciendo”.
Diana Gomes / Raúl Pérez Mencías /
Comentarios