Desde que Venezuela como República Bolivariana comenzó a transitar un sendero de independencia económica, política y cultural comenzaron los roses con las políticas neo-coloniales de los gobiernos de EUU. Allí la verdadera razón de la presión política ejercida por el Departamento de Estado durante estos últimos diez años, que tiene como primer frente de ataque toda la infraestructura mediática internacional y nacional controlada por el Gobierno de EEUU.
De allí los conflictos con Colombia y la siempre excusa del Departamento de Estado de que Venezuela alberga guerrilleros de la Farc, presencia de narcotraficantes en su territorio etc, cuando es pública y notoria la incidencia de una burguesía colombiana asociada a la industria del narcotráfico en el gobierno colombiano que desde hace ya tiempo ha penetrado las estructuras de ese estado y colocado en altas posiciones del Gobierno a sus agentes. Tal y como se observa hoy.
Gabriel García Márquez lo hizo público en 1996 con la dramática novela reportaje “Noticias de un secuestro” en la que uno no sabe cuando su relato es ficción y cuando realidad para describir la tragedia que sufre Colombia conviviendo con un enemigo de la humanidad que no tiene empaches con la vida humana, “un holocausto bíblico” que consume a ese país desde hace varias décadas como el mismo Gabo lo describe en las primeras páginas de su obra. Hoy podemos decir que el narcotráfico y el Gobierno de EEUU han secuestrado el estado colombiano.
Ese conflicto no terminará con la asunción de Santos a la presidencia, puede que amaine, puede que baje la cresta de la ola después del 7 de agosto, pero si entendemos que el Gobierno de Colombia esta en manos del Departamento de Estado de EEUU, no nos queda otra que lidiar con quien se asume como poder hegemónico en todo el globo terráqueo. Toda la estructura de ataque sobre Venezuela y otros países del cono sur decididos a labrar su propia independencia, se ha constituido en Colombia, es una triste realidad que debemos entender con todas sus implicaciones.
Aldemaro Barrios R.
venezuelared@gmail.com
De allí los conflictos con Colombia y la siempre excusa del Departamento de Estado de que Venezuela alberga guerrilleros de la Farc, presencia de narcotraficantes en su territorio etc, cuando es pública y notoria la incidencia de una burguesía colombiana asociada a la industria del narcotráfico en el gobierno colombiano que desde hace ya tiempo ha penetrado las estructuras de ese estado y colocado en altas posiciones del Gobierno a sus agentes. Tal y como se observa hoy.
Gabriel García Márquez lo hizo público en 1996 con la dramática novela reportaje “Noticias de un secuestro” en la que uno no sabe cuando su relato es ficción y cuando realidad para describir la tragedia que sufre Colombia conviviendo con un enemigo de la humanidad que no tiene empaches con la vida humana, “un holocausto bíblico” que consume a ese país desde hace varias décadas como el mismo Gabo lo describe en las primeras páginas de su obra. Hoy podemos decir que el narcotráfico y el Gobierno de EEUU han secuestrado el estado colombiano.
Ese conflicto no terminará con la asunción de Santos a la presidencia, puede que amaine, puede que baje la cresta de la ola después del 7 de agosto, pero si entendemos que el Gobierno de Colombia esta en manos del Departamento de Estado de EEUU, no nos queda otra que lidiar con quien se asume como poder hegemónico en todo el globo terráqueo. Toda la estructura de ataque sobre Venezuela y otros países del cono sur decididos a labrar su propia independencia, se ha constituido en Colombia, es una triste realidad que debemos entender con todas sus implicaciones.
Aldemaro Barrios R.
venezuelared@gmail.com
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