El Domingo de Resurrección llega este
27.03.2016, en medio de una gran crisis de humanidad, en el marco de los 36
años de aquel 24 de marzo y de agonía
de 1980, relatado sublimemente por el
Obispo Pedro Casaldáliga en su poema San
Romero de América Pastor y Martir. (Casaldáliga Pedro. Cantares de la Entera Libertad. IHCA. Managua, Nicaragua 1984).
Para los
imperios de todos los tiempos el miedo en general y en especial el miedo a la
muerte, resulta un factor fundamental en la expresión de su poder. En tiempo de
Jesús, la crucifixión era una tortura seleccionada para exponer a los
ejecutados para que sirva de escarmiento.
Según el
relato bíblico, el temor se extendió entre los seguidores de Jesús. Pedro lo
niega tres veces, la gran mayoría se dispersa. Algunas valerosas mujeres lo
acompañan dolorosamente. Todo parece terminado. La esperanza en un futuro
mejor, en una salvación, en una liberación de tantos males humanos, personales
y sociales, se frustra.
El relato
bíblico dice que en el calvario Jesús clama “Dios Mío, por qué me has
abandonado” Y luego, “En Tus manos encomiendo mi Espíritu”. Pero, a pesar de
esa aparente gran derrota, se produce un cambio profundo entre sus seguidores.
El relato de la tumba vacía y las apariciones de Jesús Resucitado, a quien
reconocen al compartir el pan, generan un impulso espiritual que transforma a
los seguidores del movimiento de Jesús Liberador, de una aglomeración atemorizada
y escondida, a una comunidad activa capaz de predicar la alegría de la buena
noticia, del evangelio del Resucitado. Genera la fuerza espiritual capaz de
vencer al mundo de opresión. Y demuestra que la muerte no tiene la última
palabra.
Ese Espíritu
Liberador es el que al inicialmente conservador obispo de El Salvador Oscar
Arnulfo Romero lo convierte, a causa del martirio de su amigo sacerdote Rutilio
Grande, en el gran profeta, canonizado por su pueblo, beatificado formalmente
por el Papa Francisco en 2015 y quien
enfrentando a los poderes opresores, afirmó: Si me matan, resucitaré en mi pueblo.
En
momentos en que los pueblos de Nuestra América intenta mantener un camino
liberador, los versos de Casaldáliga mantienen su vigencia: “Estamos otra vez
en pie de testimonio San Romero de América, pastor y mártir nuestro. Romero de
la paz casi imposible en esta tierra en guerra. Romero en flor morada de la
esperanza incólume de todo el Continente. Romero de la Pascua
Latinoamericana…Como un hermano herido por tanta muerte hermana, tu sabías
llorar, sólo, en el Huerto. Sabías tener miedo, como un hombre en combate. Pero
sabías dar a tu palabra, libre, su timbre de campana. Y supiste beber el doble
cáliz, del Altar y del Pueblo.
Las
comunidades ecuménicas de espiritualidad liberadora, en medio de las amenazas a
sus caminos de construcción de sociedades más responsables con la gente y con
la Madre Tierra, en función del buen vivir, en unidad en la diversidad, reciben
esta Pascua Latinoamericana reafirmando, con el teólogo Jon Sobrino, que Jesús
Liberador no vino a resignarse frente a la cruz, sino a bajar de la cruz a los
pueblos crucificados. Aleluya.
Programa:
“LLEGÓ LA HORA”
de FUNDALATIN Nº 751. Sábado 26/03/2016 transmitido
por Radio Nacional de Venezuela Canal Informativo, Dial 91.1 FM y 630 AM,
los sábados de 8.00 a 8.45 AM. Registro
Productor Nacional Independiente No.11610.
Edit.751.ResurreccionJesusYRomero.26.03.2016
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